Lore de Hiroshi #2
Sobre mi
Advertencia
El texto a continuación contiene temas delicados de violencia física, psicológica, descripciones explícitas de gore y horror físico.
La inclusión de estos tópicos no son con el propósito de glorificarse en ninguna forma. La intención del narrador es abordar estos temas y explorarlos de manera crítica y utilizar estos temas delicados para desarrollar varios de los personajes.
Atención: Escritores, traductores, jugadores y cualquier otro profesional que esté involucrado con la creación del contenido no están en ninguna forma compartiendo o se sienten identificados con la violencia descrita. Es usado únicamente para narrativa y contenido dramático.
Japanese version
Edición China
Escena 1
Detroit, día actual
Familia | Mansión Lasombra, Detroit, USA, 2013
“Mi señora… ¿ella no lo hubiera hecho primero para extraer
confirmación de su duda a través de Dominación?”
No hubiera sido Elegante.”
En el cuarto, un solo sonido predominaba. Su eco retumbaba en las paredes, el frenético e irritado clickeo de botones en un mando. La pantalla de la Playstation era prácticamente la única fuente de luz en la habitación, atenuada por el humo suspendido del cigarro; cualquier otra luz se veía cansada y distante.
“Ignorando el patético intento de asesinarme, ¿podemos hablar en por qué insistes en joderme?.”
Un gargareo inhumano, un zombie, allá su fin.
Hiroshi consume un cigarro, alimentando la niebla iluminada por la luz de la pantalla.
“Yo no digo mierda.”
“Y yo soy una hada.”
Hiroshi le dio un vistazo a ella por unos segundos, perplejo. “Ellas no existen.”
Adine sazonada por la respuesta con una velada sonrisa en la cara. “Estarías sorprendido por la realidad, pero eso está por encima del punto. ¿Sabes que de verdad no existe? La moralidad.”
Por unos segundos todo lo que se podía oír en esa habitación era el videojuego. Hiroshi observó a Joel, asesinando a los infectados.
“Tecnicamen-…” La mujer extendió su mano derecha; buscando en la manga de su chaqueta, cuando un tentáculo aparece y amordaza a su hijo para prevenir más estupideces.
En el juego, teniendo solo una mano, ella se limita a solo a abalanzarse a los varios enemigos mientras imitaba el tono de su hijo respondiendo, “Técnicamente matar está mal, lo real es racional y ¡lo racional es real blah Blah!”.
Ella nota un ligero desánimo en Hiroshi y remueve la mordaza de sombras.
En respuesta a esto, el se mantiene callado y vuelve a fumar, como si la inhabilidad de fumar era más molesta que la inhabilidad a hablar.
La mujer continúa: “La Moralidad es relativa, es como el tiempo. El tiempo técnicamente no existe. No hay un largo e imponente reloj en el centro del universo conocido y desconocido que marca los segundos, el tiempo es relativo en acordancia al lugar y la velocidad, pero eso no es el punto… Moralidad es más subjetiva, digamos que, relativa al punto de vista del individuo en la situación otorgada, en base a su análisis, el lugar en donde creció y en el periodo histórico de la persona.”
El interés chispeante que se veía en los ojos de Hiroshi cuando se mencionó el tiempo fue rápidamente extinguido cuando el descubrió que fue usado nada mas para un ejemplo trivial. “encuentro el esfuerzo que tu pones en justificar la clase de monstruo que eres… Me atrevo a decir comendable, pero al mismo tiempo, es inutil.
Ya creo que la vida de por sí está llena de suficiente mierda sin contar con la interferencia derivada de las interacciones de terceros, que inevitablemente se empeora exponencialmente. Y es precisamente la impredecibilidad de las personas para crear incomodidad, dependiendo del sujeto, esto puede llegar a manifestar episodios de pánico, que activamente contribuye en la creación de incomodidad en lo que sería en cambio un plan lógico y saludable de la vida. ¿Por que es cuando alguien con desilusiones de grandeza debe existir, uno que solo parece querer desahogarse con un instinto sadistico?” las cenizas del cigarro caen en el suelo, pero Hiroshi no parece importarle en lo absoluto. “No quiere decir que no tenga problemas con ciertas cosas, la psicología no las ha reconocido como desviaciones… en la mayoría de los casos… pero en general, ellos prevén un acuerdo entre dos grupos. De lo contrario, podemos clasificarlo como abuso o acoso… si, creo que esos son los términos correctos” las cenizas caen en la camisa pero el chico ni las evita, parecía que él no se percatara.
Adine, después de un momento de silencio, sin mover su vista del monitor, responde: “¿Estás esperando que caminar el sendero al martirio, dedicado a la calma no violenta, sea la mejor elección? ¿Quieres llamar a la línea de ayuda contra abusos? ¿ Quien coño eres: el Gandhi de los Cainitas? ¿Estás acaso tratando de ponerte a ti mismo en una posición de superioridad mediante la no violencia y la racionalidad preponderante?” La mujer explota en carcajadas “¿Por qué no expresas libremente cuanto me detestas? ¿O siempre has intentado matar personas como pasatiempo? Hasta que se pruebe lo contrario tú has intentado hacerlo conmigo, aunque con una maniobra comparable a un niñito de 5 años corriendo con una pistola de agua tratando de asesinar a la reina de Inglaterra…” Ella sacude su cabeza y luego la reposa en su puño cerrado. “¿De todas formas, cómo es que este compartimiento monstruoso tuyo es justificado por tu racionalidad?”, ella pregunta antes de retornar al juego.
Hiroshi mueve sus ojos de ella y hacia la pantalla; Ahora es ella que tiene su mirada dirigida a él.
Con una mirada pícara, teniendo la expresión de Anatoly Karpov cuando, al final del juego, el se encuentre a sí mismo apretando sus labios para pronunciar el muy adorado.
“¿En serio? fascinante, cuéntame… Cuándo Sp@wn murió, ¿Qué estabas pensando?.
¿Sobre la forma correcta de otorgarle a tu querido amigo un sepulcro digno?, ¿O en como salvar tu trasero?”
El cigarro se mantenía suspendido cerca de los labios del chico por un tiempo que parecía eterno.
A Hiroshi le encantaría fumarlo, pero su mente se encontraba atascada en solventar un bucle mortal.
Sus dedos parecían temblar ligeramente, el filtro del cigarro parecía haberse convertido en un tenso aguante por su razón.
“Tú…”
Adine sonríe.
Ella sonríe extremadamente satisfecha, cruzando sus brazos en satisfacción.
En sus labios se halla la más dulce sonrisa, la dulzura de una madre.
“TÚ…”
El filtro se deshace entre los dedos del chico.
La chica se para y se para enfrente de él.
Ella es alta y lo observa de arriba hacia abajo, como para despedazarlo.
“Yo, yo… ¿Estaba en lo correcto?¿Fue tan difícil decirlo? su lengua parecía que silbaba entre sus dientes.
“Lo encuentro inimaginable, la decepción que debiste haber sentido cuando te diste cuenta de que tu eres un monstruo que prefiere correr para salvar su trasero noche tras noche”.
El cuarto repentinamente se volvió más oscuro, a pesar de las sombras y la única cosa que no parecía ceder ante esta oscuridad eran esos ojos fríos, casi reverberar una burla ante la oscuridad.
“¿Cómo te sentiste cuando manifestaste tu superioridad ante ese gusano parlanchín? ¿Era emocionante, no?” Otra sonrisa, una terrorífica sonrisa “¿Lo disfrutas, no es así?… quién sabe, a lo mejor trataste de masturbarte después de eso: Un reflejo condicionado…”
Un grito inhumano salía de la garganta del chico.
Hiroshi se abalanza hacia Adine como si fuera a despedazarla con sus propias manos.
Él aprieta su cuello, mostrando sus caninos, mientras la mujer solo se reía.
Ella le dejó hacerlo mientras las sombras parecían hacerse más obscuras.
El chico hundió sus caninos en la tierna carne de su cuello y la insulta furiosamente, mientras la sangre brota de sus ojos como lágrimas, pintando su cara.
Escena 1b
El Dia Anterior
Hiroshi abrió sus ojos. La habitación estaba oscura y las ventanas estaban cerradas.
Él estaba inmerso en el silencio.
La alarma del reloj caía a las 19:35.
“Incluso ayer despertaba a las 19:35, tal vez unos segundos más tarde” él buscó e inmediatamente encendió un cigarro, asentando como si estuviera completando una idea en su cabeza.
Los ojos del chico miraron alrededor, fijándose de manera perezosa en las siluetas de los objetos en la luz mortecina.
“Tomando en cuenta las pequeñas diferencias, es posible que me haya despertado algún momento durante el atardecer, no siempre al mismo tiempo” una nube de humo es liberada al aire, seguida de un suspiro “Tiene más sentido que un tiempo fijo”.
Hablando en voz alta le ayuda a poner sus pensamientos en orden, como si estuviera hablando con alguien.
El vagamente se sienta, trayendo sus codos hacia las rodillas.
“Pero algunos de mi generación, como Layla, despiertan a una hora distinta… Deben haber otros factores implicados que no estoy tomando en cuenta” la siguiente nube de humo es acompañada por una tos.
Una mano corre alrededor de su pelo, un gesto automático hecho en el intento de físicamente poner sus pensamientos en orden.
Su pelo es largo, muy largo para ser soportable, pero él ha tenido que lidiar con esto un par de días ya: Vampiros se despiertan cada noche en la misma condición en el momento que fueron hechos a recibir su abrazamiento.
Por supuesto, su suerte proverbial significa que Hiroshi tenía un largo pelo y una barba descuidada esa tarde.
Un sentido de náusea le llega de sorpresa.
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No, no es repentino, le tomó un tiempo darse cuenta.
Es un sentimiento incómodo que hace que tu boca salive.
<>
Es ese sentimiento de bienestar, que hace la boca agua.
<No, NO MAL >
Malestar, Malestar.
Por el momento él parecía imaginar una solución… pero la imagen se escapa en el momento que se levanta y amarra su cabello.
Rápidamente se pone sus zapatos.
El ha vuelto a la vida hace 4 días, pero él se siente pesado, aburrido, nada le estimula a él. Todas sus emociones parecen ocultas debajo de la superficie de un río congelado o detrás de una pared muy alta.
Tal vez él requiere un estímulo emocional lo suficientemente fuerte.
Escena 2
Detroit, día actual
La bestia lo persigue.
¿Cómo se atreve esta perra burlarse de ti?
¿Qué es lo que ella sabe?
Hiroshi muerde, tomando la sangre de su madre.
El quiere consumirla, él quiere matarla, eliminarla, borrarla.
Ella estaba detrás de todo lo que había ocurrido, ¡así es como ella lo sabe!
¡Ella debe ser castigada por esto!
El anhela por el final de ella, el final de todos sus problemas letales.
Arrancar las hierbas de su raíz.
Ella es la raíz.
La mujer se ríe, su risa haciendo eco en todas las paredes de la mansión.
Hiroshi, guiado por esta incontrolable furia, sumerge sus dientes hasta que arranca parte de su cuello al cual mastica rápidamente mientras grita.
“TU DEBES MORIR”
Él continúa tomando el Vitae de su madre. Creyendo que ella tuvo suficiente diversión, ella deja de reírse y mueve las sombras internas de su cuerpo, haciéndolas fluctuar junto con su Vitae en los caninos de Hiroshi, haciendo que se dilaten.
La comprensión y descompresión de fuerzas son tal que explotan de manera literal en la cara del chico. Hiroshi retrocede un poco, unos pocos pasos, suficientes para percatarse que las heridas de la mujer ya habían sanado.
El chico la mira furioso, pero su comprensión de las sombras no es ni de lejos comparable a la de Adine, solo capaz de exprimir secciones de Abismo puro en los filamentos negros de sombras que manipula.
“¿Has liberado toda tu rabia? ¿Te has dado cuenta de lo que eres?”
Hiroshi está descontrolado; ha perdido sus caninos, pero no su ira.
Ni el dolor ayuda a calmarlo…
Eso es si aún puede sentir, el dolor.
En su mano buscó frenéticamente un bolígrafo.
Su bolígrafo.
Su Bic negro.
Empuña su arma favorita y atraviesa con fuerza el pecho de su madre, la cual se desvanece en forma de sombra, esquivando el golpe y reapareciendo detrás de él para verle caer torpemente al suelo.
“Sí, así, esa es la Bestia. Saciala. ¡¡¡DOMINALA!!!”
Otro grito inhumano y desgarrador sale de la boca del joven mientras se levanta.
Sin darse cuenta, él utiliza el poder de su sangre para golpear el rostro de la mujer que, con los brazos aún cruzados, agarra su brazo en el aire con un tentáculo negro infiernal.
La resistencia que opone Adine es tan fuerte que Hiroshi cae hacia delante, con el brazo aún colgando de los apéndices de sombra de su madre.
La Elegante lanza el brazo de su hijo en dirección a la puerta, y la misma sombra tentacular lo agarra por la nuca, como suelen hacer los gatos con sus crías.
Lo mantiene suspendido en el aire, acercándose lentamente a su cara “¿Lo entiendes ahora?”. En respuesta, más gritos inhumanos escapan de la boca del infante mientras carga otro puño con su brazo izquierdo.
Adine permanece inmóvil, recibiendo de frente el golpe en la cara.
El radio y el cúbito de Hiroshi escapan de su codo, la sangre salpicando hacia la pantalla, dando a la luz un resplandor rojizo que se extiende por toda la habitación.
“Vale, ahora lo entiendes”.
Dejando a su hijo en el sofá, se coloca la chaqueta sobre los hombros y tranquilamente se sienta y vuelve a tomar su mando.
“Amalie, arréglale la boca y ayúdale a fumar”.
Las mangas del abrigo se retuercen y toman forma de brazos, palmas, dedos.
La chaqueta, aparentemente normal, se revela como lo que realmente es: otro Vampiro, perteneciente al Clan de los Escultores de Carne, los Tzimisce.
Las manos recién formadas se dirigen hacia la boca de Hiroshi, dándole nuevamente la capacidad de hablar.
A pesar de ello, el muchacho permanece en silencio, observa esos miembros moverse como si fueran suyos, mientras se mueven en los bolsillos y toman el paquete de cigarrillos, pero en realidad no los ve.
Sus pensamientos están en otra parte.
De repente se siente vacio de cualquier impulso, pesado y lejos de la rabia que sentía antes.
La mira durante un rato: ¿En qué estaba pensando?
¿En matarla?
Pero él nunca había sido una persona violenta…
¿O lo había sido y él nunca se había dado cuenta?
Al fin y al cabo, sólo había empezado a vengarse de lo que había sufrido en vida después de despertarse, así que las cosas tenían que estar relacionadas.
El ruido metálico del mechero hace que vuelva a pensar en el cigarrillo.
La llama quema el papel y luego el tabaco.
Los labios del chico se cierran alrededor del filtro, más por memoria muscular que por una intención consciente.
Una bocanada de humo, el dolor de las heridas sigue siendo fuerte.
El chico mira la pantalla con interés y, después de un rato, por fin habla: “Creo que los vampiros no son diferentes de estos zombis: criaturas infectadas por alguna enfermedad, que no pueden evitar comportarse de una determinada manera. Esta extraña enfermedad modifica la fisiología de los infectados y los convierte en hematófagos, por lo que técnicamente no somos depredadores, sino parásitos”
Adine mata a un clicker “¿Así que estamos abandonando la teoría del monstruo malo por la del zombi? A mí no me parece un avance, esa supuesta gente nunca podría desear un sandwich”
El chico asiente pensativo “A lo mejor en vez de un hongo es un virus. Se integra en nuestro patrimonio genético y cambia nuestra fisiología sin utilizar nuestro cuerpo, actuando como una agricultura intensiva… sí, el virus parece una hipótesis más coherente. Es una lástima, los hongos eran mucho más interesantes”
“¿No puedes considerarnos un tipo de animal diferente en lugar de investigar estas extrañas teorías?”
Hiroshi niega con la cabeza “No, no justificaría el método de transmisión y la monstruosidad adquirida”
Adine suspira “Siguiendo la teoría de una especie evolucionada con respecto a la raíz humana, la monstruosidad entra en conflicto con el análisis de la propia humanidad. Los humanos crían animales con el único fin de alimentarse de ellos. Matan a otras aves o cuadrúpedos a menudo incluso por deporte o vanidad, ni siquiera por instinto de supervivencia. Todo lo que haces ahora, incluido el deseo de venganza contra quienes te han hecho daño en vida, no es más que tu humanidad pudriéndose. Debes saber que los vampiros son más monstruosos cuanto más tratan de seguir siendo humanos, porque intentan atenerse a reglas que ya no les convienen. Cualquier Kindred que consigue vivir con la Bestia durante más de un siglo, habiendo visto morir a toda la gente que conoció mientras era humano, o simplemente habiendo perdido toda conexión con su pasado mortal; Si puede sobrevivir al abandono de la humanidad, a menudo coincide con abrazar un Camino. – La mujer se encoge de hombros – A nivel teórico esta práctica es adoptada más por los exponentes del Sabbat, pero puedo garantizarte que incluso el Príncipe de Berlín durante la Segunda Guerra Mundial, saltando de tejado en tejado para alimentarse de judíos, entre los disparos de los alemanes, tenía muy poca humanidad… Digamos que, resumiendo muy brevemente, los Caminos son sistemas morales, diferentes de la humanidad y mejor adaptados a lo que somos”
“Mh … ¿Caminos?”
“También puedes llamarlos mandamientos, filosofías de vida, pero Caminos suena más cool, aunque no sabría decirte quién fue el primero en darles un nombre. Si tienes el Kink de descubrir el origen de los nombres de las cosas, estudia esto, seguro que es más interesante e instructivo que seguir buscando una racionalidad sobre la condición Vampírica. Pero bueno… pasando por encima de la retórica, ¿no sabías nada al respecto? ¿De verdad creías que todos los vampiros se comportaban como autómatas atontados siguiendo su sed? “
Hiroshi asiente, siempre ha sido una persona sincera.
Adine en cambio empieza a pensar que es estúpido “Dime que me estás tomando el pelo…”
La progenie sacude la cabeza “Nos despertamos al anochecer, nos alimentamos de sangre, hacemos cosas horribles… tenemos que ser como los despiadados monstruos de las leyendas, ¿no?”
“Nosotros creamos esas leyendas, idiota, para defendernos de los humanos y hacerles creer que no somos más que historias de ficción, como consecuencia del lío que montaron durante la inquisición. ¿Y qué problema hay en despertarse después de la puesta de sol? “
“No tiene sentido desde el punto de vista científico”.
“De hecho, no tiene ninguna correlación científica con nuestra naturaleza. Es un efecto de la maldición de Caín. Lo resumiré: Caín mató a su hermano y discutió con Dios,
Dios se enojó y le dijo… ¿Sabes cómo le gusta a Dios hacer las cosas, verdad? Como que el nacimiento es increíblemente doloroso y toda esa mierda”.
“No creo en la existencia de Dios. O mejor dicho, es bastante absurdo creer que una nueva especie de individuos parásitos se generó por una disputa con una hipotética entidad superior que rechazó un sacrificio”
“¿Y cómo explicas los rasgos característicos de cada clan?”
“Para empezar, si todos somos la misma especie, no tiene sentido dividirnos en clanes. Las distintas diversificaciones son probablemente una especie de cría, como en el caso de los perros o los cerdos, pero aún así pueden reproducirse entre ellos, lo que les hace formar parte de la misma especie”
“Aunque, cuando los vampiros tienen relaciones sexuales, no se quedan embarazados… no se necesita una mamá y un papá que se agarren de la mano para hacer un nuevo imbecil”
“Mh … pero si tomamos por ejemplo de los Caitiff, tiene sentido, no tienen influencias psicológicas, por lo que pueden ser todo o nada. La lógica del discurso se mantiene”.
Adine sonríe.
De nuevo, esa sonrisa: Una sonrisa de ver el Jaque Mate.
“¿Y qué pasa con los Nosferatu? Nacen abominablemente feos incluso siendo huérfanos”.
La mano de Hiroshi se mueve en el gesto habitual de fumar, haciéndo notar que sus brazos vuelven a estar en su sitio, funcionando.
La mano de Amalie pasa el cigarrillo como si fuera a pasar el bastón de mando, antes de arrastrarse de nuevo sobre los hombros de Adine, que extiende los brazos para facilitar su vestido.
El chico permanece en silencio durante un largo momento, parece concentrado en las pequeñas brasas incandescentes de su cigarrillo, que se acerca a su fin.
No puede admitir así su derrota, pero el silencio es ya una señal bastante clara.
Adine guarda la partida y la vuelve a cargar desde otro guardado “Mira, las botellas ni siquiera saben que existimos, ¿cómo pueden imaginar cómo funcionamos? Ni siquiera su ciencia es capaz de dar una explicación, y te aseguro que en las noches modernas lo están intentando…”.
“La ciencia puede descubrirlo todo”, responde Hiroshi con orgullo.
La mujer sonríe y empieza a jugar de nuevo, el final de la pantalla de carga marca una respuesta seca y fría.
“La ciencia sólo puede descubrirse si el científico sabe qué y dónde buscar”.
Escena 2b
El Dia Anterior
¿Y adónde debería ir?
Lo único que Hiroshi busca es un estímulo emocional lo bastante fuerte como para superar ese muro que parece rodearle por todos lados.
Un estímulo emocional…
Parece imposible.
Un aura de apatía se estanca en la figura del muchacho que abandona la habitación y comienza a caminar pensativo por los pasillos de la Mansión, arrastrando sus pasos en la oscuridad que impregna aquellas estancias.
Sabe que debería llamarlo hogar, pero allí se siente un extraño… bueno, en realidad en todas partes.
No está solo, por supuesto, pero todos los demás presentes, o monstruos en su opinión, le miran con hostilidad.
Adine le explicó que sienten envidia del inmenso poder de su sangre, pero Hiroshi no se siente especialmente poderoso; al contrario, se siente débil. Se siente diferente… fuera de lugar.
Esas miradas le parecen inútiles, vacías y sin sentido.
Debería llamarlos hermanos, pero el término más correcto sería cainitas: los especímenes de la nueva especie a la que ahora pertenece…
Pero, ¿es realmente parte de ella?
¿A quién le importa?
Al fin y al cabo, siente una malsana satisfacción al poder definirse por fin como superior a los demás. Podría haberse reído, si al menos hubiera recordado cómo.
<< ¿Error? >>
Y si no estaba a la altura? Y si las expectativas eran demasiado altas?
Le gustaría llorar… si al menos aún fuera capaz de hacerlo.
<< ¿Error…? >>
Tiene miedo, este maldito miedo le enfurece. ¡Podría romperle la cabeza al primer desafortunado que le pusiera los ojos encima!
<>
<< Reboot. >>
El repentino ruido del mechero al caer sobre el parqué le hace volver en sí.
Había permanecido inmóvil, enajenado.
Se agacha para recogerlo.
Ha perdido el hilo de sus pensamientos; sus ojos permanecen fijos en las cenizas del cigarrillo que arde y se consume.
Lentamente
Parece querer metaforizar el lento e inexorable consumo de su humanidad: siente que se desvanece, sin embargo intenta aferrarse a ella desesperadamente, mantener ese tenue calor retenido durante un tiempo… sólo un poco.
Unos ruidos interrumpen su reflexión.
“Y tendrías que haber visto qué cara puso cuando Alyson sacó la cabeza de su madre de la mochila y dijo HAHAHAHAHAHAHAHA”
Tres… tres Hermanos, Cainitas… no.
Tres monstruos gritando groseramente mientras sostienen a una rubia en sus brazos. Parecen alegres, celebrando algo.
Sus pasos, aunque involuntariamente, parecen moverse en dirección a Hiroshi, que prefiere alejarse. Decide entrar en una habitación cualquiera para no tener que fingir interés en mantener una conversación que, en realidad, le importa un bledo.
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Incomodidad, cuatro interlocutores.
Situación estresante.
Resolución: Escapar.
La puerta se abre con un leve empujón de la mano.
La habitación es enorme y parece un inmenso rebaño de humanos, cuidados con el fin de suministrar sangre al sistema de agua que abastece a toda la Mansión, permitiendo tanto a los inquilinos permanentes como a los invitados alimentarse cómodamente y sin ningún desperdicio, creando además una especie de vínculo entre ellos, como un Vaulderie ampliado para una Manada Sabbat.
Hiroshi se detiene inmediatamente tras la puerta, observando aquella imponente creación reflexionando sobre lo que ha entendido de ella: la planta incluye un fascinante sistema de conductos que alteran el flujo de sangre caliente y fría.
Los conductos principales son similares a arterias y tienen la tarea, aparte de un papel obvio en el transporte, de mantener la Vitae sin defectos. Por esta razón, se encuentran con los cuerpos de varios cainitas amurallados en Torpor a lo largo de su recorrido, actuando estos cainitas como convertidores y manteniendo activas las propiedades Vitae de la sangre, cualidades que de otro modo se perderían en cuestión de segundos. Además, para mantener la función de Blood Bonding y ser utilizada como sistema de alimentación, la sangre donada por los inquilinos es mezclada y añadida al sistema, junto con la exprimida de los mortales presentes en la granja…
…
…
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Una arcada de vómito recorre su tráquea como un reflejo condicionado.
Casi siente el ácido en la boca por aquella terrible visión.
Sangrienta.
Demencial.
Esta visión podría sacudir incluso el estómago más resistente …
El asesino en serie más grotesco …
Está a punto de vomitar.
¡Tiene que vomitar!
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Algo que podría sacudir hasta el estómago más resistente, pero ese movimiento de sensación parece haberse desvanecido, como una pequeña voz que intenta hacerse oír más allá de un muro de hormigón.
Otra vez…
¿Dónde están sus emociones? ¿Por qué no reaccionan como deberían?
¿De verdad se ha convertido en un monstruo irracional como las sombras que caminan a su alrededor?
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Una risa interrumpe aquel torbellino de pensamientos: es masculina y sádica, divertida por aquel macabro espectáculo. El humo de un cigarrillo flota en el aire, haciendo que aquel breve momento sea completamente surrealista, como un episodio de Hannibal Lecter congelado debido a que la conexión es demasiado lenta.
Hiroshi mira hacia el cainita, esperando a que el humo se disipe; nunca antes lo había visto.
La mirada del chico se detiene momentáneamente en la ropa del Cainita, pero realmente no le importa, el único indicio de color en su ropa es la corbata roja.
Un punto vivo en medio del negro.
Le hubiera gustado ver explotar sus emociones de la misma manera, y sin embargo, ahora incluso el rojo de ese trozo de tela parece menos vivo de lo que debería.
El cigarrillo vuelve a estar en sus labios mientras sus ojos regresan a la granja.
La risa del hombre también es apagada, sin duda podría intentar iniciar una conversación, pero ¿de qué serviría? ¿Realmente quiere, después de todo?
Sus manos buscan frenéticamente en sus bolsillos, frenéticas pero perezosas.
¿Dónde está el mechero? ¿Por qué no lo encuentro? Si me ve rebuscando en el bolsillo todo este tiempo, ¿qué pensará de mí?
¿Quizás piense que he venido a masturbarme mientras observo a los humanos en la granja?
Sólo han pasado 3 segundos desde que Hiroshi metió la mano en el bolsillo para coger el mechero, pero a él le parece una eternidad.
¡Ahí está! Por fin.
Enciende un cigarrillo, con la esperanza de no verse obligado por las circunstancias a mantener una conversación con el desconocido.
¿Siempre ha estado aquí? ¿Me ha visto todo este tiempo? ¿Es de los que se esconden? ¿Me estaba siguiendo?
El hombre mira fijamente a Hiroshi a los ojos.
¿Un gesto de desafío? Está buscando una comparación, pero por qué aquí, por qué ahora y por qué conmigo.
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En este caso, la conversación es útil: hablar hasta que el interlocutor se canse; si hablara lo bastante rápido, podría tardar menos de 38 segundos, su récord actual.
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“Los suidos son la familia a la que pertenecen los cerdos, divididos en dieciséis especies y clasificados a su vez en cinco géneros. Su gran éxito evolutivo a partir de formas muy primitivas de artiodáctilos apareció hace unos 33 millones de años, en Europa. Evolucionaron en Europa, engendrando numerosas especies mayores con características diferentes que pronto invadieron África y Asia. Pueden sobrevivir en cualquier hábitat y alimentarse de cualquier cosa. Me gusta pensar en los humanos y sus derivaciones como Cainochoerinae para Europa, Hyotheriinae si son de la cuenca antártica, Listriodon Tinae si son isleños del Pacífico, Suidae si son americanos, Tetraconodontinae si son africanos y, los asiáticos serían incertae sedis. Oink Oink”.
¿Había conseguido cansarle lo suficiente?
Exhala humo, que atraviesa los barrotes y envuelve el cuerpo de un humano colgado boca abajo.
El hombre sonríe, ensanchando cada vez más, y en la última línea estalla en carcajadas “¡Oink Oink!”, repite divertido.
Escena 3
Detroit, día actual
“La ciencia sólo se puede descubrir si el científico sabe qué y dónde buscar… Y si dejas de perder el tiempo, al menos podríamos empezar a buscar”.
Hiroshi mueve los brazos, de momento está tranquilo, ciertamente asombrado (sin demostrarlo) de cómo el abrigo ha curado tanto daño en tan poco tiempo.
Le gustaría profundizar en el asunto, pero su madre es de otra opinión. Incluso llega a pausar el juego para interrumpir sus reflexiones con una nueva pregunta, con la esperanza de obtener más atención de su hijo. En cambio, su atención se centra en los inexplicables métodos de Vicisitud.
“¿Qué es para ti un Lasombra?”.
Hay tantos pequeños crujidos en la habitación que, aparte de ellos dos, debería estar vacía.
“Monstruos irracionales” dice el chico con prontitud, pero la mujer sacude la cabeza “No has entendido una mierda de lo que he dicho”.
La Elegante se mira las uñas, antes de volver con los ojos a su hijo “Somos Guardianes, no somos como los demás” Hiroshi la mira con apatía, sin embargo responde rápidamente, como si hubiera estado preparando la respuesta durante bastante tiempo, sólo para usarla en el momento adecuado “No nos reflejamos en las paredes de la realidad, así que no somos reales.”
Adine se tapa la cara de decepción. Incluso a su abrigo le gustaría arrancarle la cabeza, pero ella permanece en riguroso rigor mortis.
“Eso es consecuencia de la Sangre de la que descendemos… como los Malkavian con sus mentes trastornadas, la incapacidad de los Nosferatus para ganar concursos de belleza, los Ventrue, incapaces de ir a cenar a casa de otros porque sólo comen cosas raras… y así… Céntrate. No estoy hablando de nuestro Defecto por así decirlo… ¡Estoy hablando de Nuestra Importancia! ” La mujer enciende un cigarrillo y comienza a hablar de nuevo “Ahora, ¿por qué nos llaman realmente Guardianes?” No espera respuesta, probablemente porque ya está harta de sus estupideces, así que intenta limitar el daño y continúa “¿Recuerdas cuando te hablé de Caín? Primero mató a su hermano, luego se lavó las manos ante Dios y dijo: “¿Soy yo el guardián de mi hermano?”.
Hiroshi asiente, echando humo al aire.
“Recuerdo la historia. Sin embargo, creo que sienta bases imaginativas e irracionales, en una transcripción comparable a la de una novela actual, simplemente diseñada para exteriorizar algún estereotipo humano de la época. No, no es ficción, tiene un carácter científico, de investigación… una especie de tratado de un psicoanalista primigenio que analizaba la diferencia entre agricultores y pastores. Los primeros, por estereotipo laboral o actitud personal, son más egoístas y narcisistas, mientras que los segundos son más responsables y atentos al cuidado de su trabajo, tanto en el ámbito laboral como en el social. Las personas tienden a cambiar de actitud, incluso hoy en día, en función del trabajo que realizan, trabajando una media de 8 horas al día. Aproximadamente 40 horas en total a la semana”.
Adine casi podía sorprenderse de vez en cuando de cómo conseguía decir todo eso en un suspiro.
“En aquellos años en los que literalmente sólo había trabajo, a tiempo completo, es obvio deducir que su reflejo social estaba en perfecta sintonía con su actitud laboral. En cualquier caso, como he dicho Abel fue identificado como pastor, Caín como agricultor. No es más que una chorrada escrita para exteriorizar un estereotipo de aquellos años pasados con el gesto extremo de un hermano matando al otro. Sin embargo, creo que lo tuyo era sólo una premisa, por lo que mis reflexiones están fuera de lugar y resultan tediosas, entorpeciendo la continuación de tu conversación, así que me limitaré a decirte “.
Adine está indecisa: intentar hablar de nuevo o pegarle durante una semana seguida.
Su abrigo tiene las ideas claras, sin embargo ella tiene que contener sus instintos, así que El Elegante continúa entonces ” … Sí”, comenzando con un tono interrogativo, “Si él era el Guardián de su Hermano, rechazó la responsabilidad. Nosotros no. Somos los Guardianes. Guardianes de nuestras acciones, y ante Dios, somos los Guardianes incluso de las acciones de Caín. “
Hiroshi se queda mirando la pantalla en pausa, como si quisiera racionalizarlo.
Poco después rompe el silencio: “¿Así que somos criadores?”.
“¡Qué imbécil! No apartamos la mirada de nuestra oscuridad. No nos justificamos por lo que somos. Es esta mayor conciencia la que nos hace superiores. No somos vasallos que ejercen el poder delegado por un superior. Llevamos subyugando y manipulando a la raza humana desde que nació el concepto de feudo. En la antigüedad, como consecuencia del desarrollo de la agricultura, la raza humana empezó a comprender el concepto de asentamiento. Con el paso del tiempo, se convirtieron en ciudades y, en consecuencia, se puso en marcha el mecanismo de los impuestos o, para ser más exactos cronológicamente, la recaudación de tributos. Poco después, los libros de historia narran cómo la codicia humana y la insaciable sed de poder generaron figuras… Reyes comparables a semidioses… Teniendo en cuenta que un Humano puede ser fácilmente asesinado con una simple piedra bien lanzada sobre su cabeza, ¿cómo puede explicar vuestra racionalidad a esos semidioses que vivían entre nosotros, y cómo fueron capaces de acumular tanto poder sin ser desbancados por nadie durante tanto tiempo? Está claro que eran otros Kindreds como nosotros, y sus responsabilidades siguen siendo las nuestras. Gracias a nosotros, la sociedad humana ha evolucionado, y mi objetivo es ampliar y continuar una evolución binaria por parte de nuestra raza. “
Algo llamó la atención del joven; sin embargo, decidió responder sin poner en evidencia el punto de su mayor interés, permitiendo en cambio que su atención se desviara hacia otra parte “Sinceramente, nunca había analizado e informado sobre el poder extremo de a la condición de un simple mortal. Supongo que es la base del adoctrinamiento y el querer hacernos creer que las cosas habían ido así debido a la avaricia, concentrándose en el poder del método de intercambio, ya sea de dinero, favores o servicios…”
Adine le abofetea con un tentáculo “Ya habíamos hablado de que inventar mitos y leyendas o falsos testimonios era una especialidad de nuestra raza. Que nuestras historias han jugado un papel importante en el adoctrinamiento Humano para mantenerlo bajo control, no me mientas.
Sé sincero. Empiezas a entender, vamos … “
“Encuentro fascinante tu intento centrado en un concepto de evolución adicional; sobre todo creo que podría ser un punto de partida para profundizar en mi investigación con el objetivo de arrojar luz sobre nuestra naturaleza irracional.”
Otro tentáculo golpeó a Hiroshi: “¿Y…?”.
“Y admito que empiezo a vislumbrar un atisbo de lógica en tu tesis… pero… Volviendo a la definición de nuestro Clan, casi parece que representamos una especie aparte de los humanos. Nos separamos completamente de ellos como… seres vivos diferentes. El hecho de que un Lasombra sienta la necesidad de cuidar de los demás convertiría al Lasombra en una especie de progenitor preferente para los demás, por lo que existiría un instinto de protección inherente. Esto significa que las víctimas ya deben tener los rasgos de interés, pero estos rasgos no están tan extendidos en la población humana. “
La mujer asiente y sacude la cabeza con expresión parcialmente perpleja.
Mientras tanto, coge el joystick y desactiva la pausa del juego, como si estuviera tranquila de que la parte más compleja del diálogo hubiera desaparecido, finalmente responde “Sí y no. Normalmente los vampiros eligen una progenie basándose en el hecho de que ya tienen ciertas cualidades, pero nosotros los criamos cuidadosamente, nuestra propia progenie.”
“¡Ja, ja! Así que somos criadores. Me lo había imaginado. “
La mujer se sorprende por lo que esperaba que fuera el raro sarcasmo de Hiroshi, luego sigue jugando y hablando…
“No es relevante si, en ese momento necesitamos un Científico, y ese elegido, por la razón que sea, se orientó hacia la facultad de letras. Construimos nuestra fortuna. “
El chico aumenta visiblemente su interés a medida que se desarrolla la conversación “Así que se trata de una manipulación psicológica a largo plazo…”
La mujer asiente “Digamos que las cualidades que más nos interesan son la determinación y un fuerte instinto de supervivencia, entonces hay varias formas de evaluar si el candidato tiene lo que nos interesa. La forma más corta es coger a alguien, transformarlo y luego enterrarlo junto a una docena de personas. Cuando todo el mundo se despierta en un frenesí de hambre, si es el último que queda, probablemente podría tener algo útil, pero no es necesariamente el caso. El instinto no es lo único que nos interesa, es bastante fácil hacer que la bestia actúe en nuestro lugar y así librarnos de cualquier responsabilidad.”
Hiroshi asiente interesado: “¿Y al revés?”.
Los labios de la mujer se separan en una sonrisa sádica mientras se vuelve hacia él “¿En tu opinión?”
Hiroshi se encoge de hombros “Todos los Hematófagos tienen en alta estima a su progenie, así que es probable que nosotros, los Homo Hematófagos, también tengamos que CRIAR a las progenies generadas durante bastante tiempo antes de que estén listas para ser utilizadas para nuestros fines.”
Adine se burla divertida porque, debido a su distracción, está muerta en el juego. Sin embargo, instintivamente vuelve a cargar el juego y no presta atención a su distracción: “¡Oh, mira, el tonto de la facultad ha estudiado! Las características que nos interesan de los Lasombra son el sentido de la venganza, la represalia y la capacidad de adaptarse y sobrevivir. Muchos Lasombra amamantan a su futura progenie durante años antes de finalmente abrazarlos; destruyen sus vidas un trocito cada vez, y luego les hacen ver el poder, la posibilidad de venganza y de formar parte de algo más grande. Estos potenciales elegidos no se sienten parte de la sociedad, y aun así desean cambiarla o destruirla. Pequeños imbéciles que son poco más que hormigas arrodilladas, haciéndose pasar por leones”.
El joystick se abandona un momento sobre el reposabrazos del sofá mientras el juego se detiene de nuevo.
Primero matan a Adine a golpe de clicker, ahora la pausa es inmediata, señal inequívoca del creciente interés mutuo en la conversación.
“Primero destruyes lo que la víctima más aprecia, luego pasas a lo siguiente, te lo llevas todo, un trocito cada vez”.
La mujer se le acerca, es alta.
Le mira desde arriba.
Esos ojos harían que cualquiera se sintiera como si nada.
Pero Hiroshi la mira fijamente, apático.
“Junto con estas cosas es como si muchos pedazos del corazón se destruyeran lentamente”
Las sombras son densas, aterradoras.
Parecen apretarse a su alrededor como una red alrededor de un pez pequeño.
“Sabía que era culpa de alguien”.
Adine sonríe “De hecho, te elegí por tu belleza” una carcajada resuena en la mujer, una mezcla de diversión y sadismo.
A Hiroshi le parece simplemente demasiado convencida de lo que dice: si no hubiera sido él quien pagara las consecuencias, la habría considerado como poseída por el fanatismo.
No lo creo, no es que me interese”, la mujer se ríe ante esta afirmación de su hijo “Ciertamente no lo hice por tu sentido del humor, y además, no es como si todos los bebés supieran que fue su Sire quien les arruinó la vida.”
“Es que estás llevando el concepto Custodio al extremo al decirme que fuiste tú, como para incentivar mi tesis de que estás poseído por el fanatismo…”.
Desvía la mirada de su madre mientras se levanta para mirar al suelo, donde se deposita parte de la ceniza caída anteriormente, sacando un nuevo cigarrillo de su bolsillo con la boca entreabierta “…vete a la mierda…”
Adine le da fuego y avanza un par de pasos para ponerse a su lado, desviando la mirada hacia la oscuridad de la habitación.
“No caigas en el ridículo por ofenderte.
Tenemos mucho que hacer, tú y yo”.
Escena 3b
El Dia Anterior
“Oink Oink… ¡Oink, Oink!” Repitió entre carcajadas una tras otra. Su risa es tan molesta “Ahora entiendo por qué te llaman el hijo tonto de Adine”
“¿El hijo de Adine? No soy su hijo” dice el chico, ajustándose las gafas, mientras tiene un momento de coraje “Y no soy tonto” hace una pausa, como evaluando si sería útil seguir o no “Además… Mi madre es de Fukuoka, se llamaba Midori, uhm… ¿es así? Creo que… Tal vez debería decirle que su afición por el ramen de cerdo podría matarla, no es que sea relevante en este momento” Ni siquiera el recuerdo de su madre le afectaba, su rostro parecía difuminado en su cabeza, lejano.
¿Qué voz tenía su madre?
¿Dónde había ido a parar su afecto?
¿Alguna vez sintió alguno?
Sí.
No.
Mamá, por favor, ven y sálvame…
<>
¿Cuál [era] [es] la cara [de la] [de mi] madre?
<<404 – MEMORIA NO ENCONTRADA>>
El hombre también fuma, otra vez; cuando da una bocanada, el humo acaba en la cara de Hiroshi, que sigue concentrado en observar a los cerdos. Su rostro está particularmente apagado, y el relativo calor del humo parece despertarle de su espiral descendente de pensamientos.
“¿Agradable aquí, eh?” Continúa insistentemente al notar que Hiroshi no reacciona mucho, gira la cabeza hacia la jaula, señalando a la piara de seres que se arrastran… “A mí también me gusta, aunque en realidad me importa una mierda todo lo que has dicho…” Se congela, indeciso, probablemente queriendo añadir algo más, pero pensándoselo mejor en el último momento.
Su rostro se pone serio de repente, pero seguro que no es por el arrepentimiento que siente hacia el fallido plan de Hiroshi, del que esperaba deshacerse muy rápido.
“En fin…” Su tono es repentinamente serio y su cuerpo sigue movimientos contrastantes al compararlos con los de unos segundos antes, Hiroshi está intrigado, pero su molestia por la socialización forzada supera por mucho su deseo de prestar atención al mundo que lo rodea “… ¿Por qué viniste aquí?”.
Hiroshi le mira, no sabe cómo juzgarle “… Estoy aquí porque…” evidentemente el interlocutor no tiene conocimientos adecuados en el campo de la genética. Volviéndose hacia él, estima que para una conversación adecuada ha dejado pasar demasiado tiempo, tiene que reanudar el diálogo “…he venido a discutir sobre genomas porcinos con buenos interlocutores, evidentemente”.
La ironía quizás se resistió… o quizás el sarcasmo…
DISRESPECTO
Esta vez es Hiroshi quien echa la bocanada humo en la cara del otro; quiere evaluarlo, pero no tiene muchas esperanzas sobre el resultado del análisis, sobre todo porque aquel individuo no aparta la mirada, sino que parece estudiarle a su vez. Sus ojos apuntan a la figura del joven, esta vez sin reírse, más bien… estira un brazo proyectando una larga sombra en el recinto, de la cual se extienden espeluznantes cuchillas de oscuridad que atraviesan a la gente presente causando horribles pero no excesivas hemorragias.
¡Claro! Le habían explicado cómo funcionaba la Granja, pero entonces ¿por qué no pudo reaccionar en ese momento?
¿Por qué no pudo sentir ese dolor desgarrador al saber que se trataba así a seres humanos?
¿Dónde estaban sus emociones? ¡¿Dónde?!
Los gritos devuelven a Hiroshi a la realidad, una realidad cuya crudeza parece incapaz de alcanzar.
En su cabeza hay una pequeña puerta para entrar en una habitación negra, le gustaría abrirla para salir, pero la puerta no se abre.
“Genomas de cerdo, sangre humana… ADN diverso…” la voz del hombre sacude al muchacho con punzadas de una gran falta de respeto. Hiroshi puede recordar ahora quién es este tipo, le llaman El Granjero. “¿Sabes la importancia de la sangre para lo que has llegado a ser?”. El hombre habla como si tuviera adelante a un niño estúpido, con la mirada confusa, sin entender nada de lo que el hombre intentaba decir.
Hiroshi, sin embargo, no se siente culpable, conoce muy bien la importancia de la sangre tanto como sabe que esta granja alimenta un sistema de irrigación que abastece todas las habitaciones de la Mansión…
El hombre vuelve a distraerle “Hablas de la sangre como si fuera una bebida, como si estuvieras comparando la coca-cola de marca y la de submarca, atribuyéndole valores de ADN, ¿cuántas veces te has alimentado, sin que alguien te haya sacado una vena porque estuviera sediento? Eh, ¿el bebé de Adine?”
Hiroshi lo mira, inseguro de si pensar que es un idiota cualquiera de la casa, o una buena persona, merecedora de algo de atención.
<>
Por supuesto, lleva a cabo una tarea importante, se asegura de que todas las botellas se exprimen de la manera correcta para evitar el desperdicio o la escasez …
<>
No es más que una tarea idiota que se le encomienda precisamente porque es incapaz de hacer otra cosa.
<>
“Ahora que lo pienso, nunca me he alimentado de nadie”.
¿De nadie? Sí, al despertar…
No, nunca me he alimentado.
¿Nunca? No sólo bebiste sangre, también mordiste su carne.
No, no lo he hecho.
Sí.
Ok, lo hice. Meh. Da igual.
El interlocutor no pronuncia la palabra, y continúa escudriñando con seriedad.
Hiroshi se pierde unos instantes más en este recuerdo… Alimentándose, masticando carne… Y sin embargo, no: le viene a la memoria que, cuando se había despertado, había mordido algo, quizá a personas, no sólo chupando sangre, en realidad las había mordido, masticado… Es verdad.
Asqueroso, siento remordimiento…
<>
Mhhh … ¿Qué es este placer … ¿e-estoy teniendo una erección?
<>
Se lleva la mano al bolsillo, como un niño que explora las reacciones de su cuerpo: quiere comprobar… Negativo, nada de lo que imaginaba.
Sólo encuentra un chicle y un bolígrafo Bic negro.
Hiroshi coge un chicle y, tras un breve análisis, empieza a mascarlo. Sólo después de un largo momento se decide y responde.
“¿Tienes idea de por qué bebemos sangre?”, su mano vuelve al bolsillo y agarra con fuerza el bolígrafo.
“Sí.”
La mano de Hiroshi señala su corazón.
Lo atraviesa.
Escena 4
Detroit, día actual
“No caigas en el ridículo ofendiéndote.
Tenemos mucho que hacer, tú y yo.”
Hiroshi enciende otro cigarrillo poniéndose cómodo “No estoy ofendido. Si me has elegido, debes tener una razón. Casi podría parecer que me necesitas o que tengo alguna utilidad en alguno de tus proyectos. La única nota negativa la representa tu ego, que probablemente tenga algunos defectos estructurales. Quizás realmente necesites mi linealidad y claridad porque estás loco”.
Adine, emulando un estiramiento de piernas antes de volver a cruzarlas, añade en un tono sumamente relajado: “Sí, definitivamente. Llevo varios siglos luchando contra conceptos y entidades que tú defines como inexistentes. He visto, con mis propios ojos, pesadillas olvidadas incluso por miembros de nuestra raza. Definitivamente necesito a uno de mi especie, que no acepte la existencia de vampiros, para que me ayude a curar la locura…”
Hiroshi inhala una gran cantidad de humo por la boca y luego responde exhalando “Estoy seguro de que tienen una explicación científica”.
“Sí, por supuesto, tu obstinación también debe tener una explicación científica”.
“La obstinación tiene un significado negativo, yo lo llamaría precisión” “Creo que algo salió mal contigo. Tú también lo has vivido en primera persona, no lo puedes negar”
“Una experiencia subjetiva no es una estadística”
“El dato estadístico que te di” Adine toma de nuevo el joystick, en el momento en que su hijo parece estar de vuelta en un ladrillo que alguien está tratando de enseñarle a escribir un poema “Me parece demasiado paradójico para justificarlo con tu lógica científica pero … Si crees que puedes vivir con eso, sigue luchando obstinadamente complaciendo a tu bestia interior que se preocupa tanto por tener la razón, al igual que todos los demás en nuestro clan, al igual que tu querida madre y todos tus queridos hermanos y hermanas”.
Hiroshi está emocionado con este nuevo Jaque Mate “Esa teoría es tan creíble para la ciencia como los zodiacos”
Adine se ríe con ganas “Ve a decirte eso primero Diablerie”.
“Verás, no importa cuánto quieras negarlo obstinadamente, cualquier negación confirmará que tengo razón, razón por la cual Lasombra sólo puede criarse de dos maneras: como la obra de arte de toda la vida o como el peor pedazo de barro que puedas. encontrar” Hiroshi permanece pensativo por un momento “Así que al criarlos, como todos los hematófagos, o al abandonar los huevos como lo hacen los insectos, recuerdo. Siguiendo la selección K o la selección r para asegurarse de que tiene condiciones límite realmente extremas ”
Adine confirma “Bien hecho, incluso tomaste notas. ¿Y para qué crees que es esto?
“Para asegurar la supervivencia de al menos una Progenie en ambos casos”
“Más o menos, también sirve para domar esa ferocidad que llevamos dentro, cuando la bestia se vuelve tu normal, entonces tu naturaleza puede ascender. Los que no lo hacen son arrojados, o más bien dejados caer, si sus manos no son lo suficientemente fuertes para permitirles trepar. Por eso nuestro papel es el de Guardianes. Por eso somos los únicos que podemos asumir esta responsabilidad”.
Adine se aleja de nuevo y el chico vuelve a su cigarrillo.
“¿No sería más fácil construir la Progenie futura a través de la hipnosis?”
Adine pone los ojos en blanco “¿Qué te pasa? No es hipnosis, se llama Dominación, es una Disciplina, no es cualquier cosa que incluso las botellas pueden hacer, es uno de los poderes de la sangre que tienes ahora, de hecho, también estamos entre los mejores en usarlo.
“Es más correcto llamarlo Hipnosis, pero al aceptar otro nombre queda la pregunta, sería más rápido usarlo, esta Dominación” un tentáculo de sombra de repente golpea la mejilla del joven antes de agarrar sus lentes sobre la marcha y poner de nuevo en su nariz.
“Por favor, usa tu cerebro mientras hablo, una progenie generada a través de Dominación no es más útil que este joystick”, dice agitando el objeto frente a él. “No necesitamos chucherías; necesitamos sobrevivientes, necesitamos fanáticos. En general, solo una quinta parte de todos los recién nacidos Lasombra sobreviven a su primer año sin vida, e incluso entonces todavía están lejos de ser útiles. La Dominación ayuda, por supuesto, pero debe usarse con Elegancia, la desesperación debe ser real, como debe ser el deseo de venganza. Estos son los que alimentan tu bestia interior y te hacen sobrevivir noche tras noche, por la eternidad”.
Adine lo mira a los ojos, mortalmente seria “Nuestra bestia es nuestra verdadera naturaleza”.
Escena 4b
El Dia Anterior
Las sombras se desvanecen.
Todo parece volver a la normalidad en la habitación.
El hombre está congelado en Torpor, colgando de la pluma de Hiroshi, que se hunde en su corazón. Ningún ser humano habría podido perforar la carne y la tela con tanta facilidad, lo que demuestra que Hiroshi ya no es humano. Se mira las manos, le tiemblan. Está arrepentido de lo que ha hecho… <>
Su garganta está temblando, casi parece palpitar, una sensación de lujuria y hambre se apodera de sus entrañas y casi parece hacerle salivar.
Las sombras en la habitación apenas parpadean, la atmósfera es pesada, sofocante, pero Hiroshi no parece sentir el mundo que lo rodea, apretado en su espiral descendente de confusión e ira.
Un impulso que es demasiado difícil de domar, como una bestia que se agarra el pecho para liberarse, lo obliga a comer.
Hiroshi no quiere. No quiere sucumbir en absoluto, pero los pensamientos son como un río que se desborda, imparable.
Indomable.
“Ahí, entonces es verdad. Solo golpear el corazón con un objeto que pueda perforar la piel es suficiente para detener a uno de estos bastardos Kindred. Seres irracionales e irreales. Fuera de la lógica. Irracional como yo. ¿Mi hipotálamo ha dejado más espacio para la corteza cerebral? Creo que me estoy volviendo loco. Me encanta el olor a sangre. Es algo artificial, me gusta clavar cosas afiladas en los corazones de estos Vástagos. Nada me gustaría más que un bisturí en este momento, para tomarlo y rasgar sus colgajos de piel uno por uno. ¿Es un impulso científico? Sí, por supuesto que lo es. No, me gusta. Simplemente porque me gusta descubrir, y estos Vástagos son un misterio por resolver. ¿Por qué me gusta aún más la idea de alimentarse de él? ¿Qué quería lograr? No soy un bebé tonto, no soy un idiota estúpido. Bastardo. ¿Cuánto tiempo has sido un vampiro? Joder, joder. Eres solo un títere… a la mierda, ¡probemos esta Diablerie!
Hiroshi apenas toca los caninos con la punta de la lengua, se van alargando, como los de una serpiente.
Puede sentir claramente su movimiento, son afilados contra su lengua.
Se corta, pero no siente dolor.
Es como si el canino pudiera sentir directamente la presencia de sangre, de su sangre.
El olor, la consistencia.
Debería doler, pero todo lo que siente es una profunda sacudida de placer.
Tal vez sea solo un recuerdo de eso.
Sus manos tiemblan, sus uñas parecen crecer.
Le arranca la ropa al hombre y se inclina sobre él, sentándose a horcajadas sobre él.
Él jadea, pero suena más como un sollozo.
Se rasca la piel, la Bestia dentro de él anula su estómago mientras la cara de Hiroshi se contrae. Je quiere luchar contra él, pero se le sube por la garganta.
Él tiembla cuando sus fosas nasales se ensanchan. ¿Es un monstruo irracional? ¿Dónde está su humanidad? Su control, su racionalidad…
Sus dedos agarran la mejilla del hombre, siente sus uñas, ahora garras hundiéndose en la carne con facilidad, la sangre hace que su fuerza y humanidad comiencen a comerciar entre sí. Quiere arrancar la carne, hay un instinto enfermizo que se lo dice.
Le gustaría llorar, pero la Bestia tiene otro plan para él.
La Bestia tiene hambre.
Hiroshi se abalanza sobre el cuello del hombre y lo muerde, hundiendo con fuerza los dientes en la carne y ahorcándose con ella.
Grita de placer… o tal vez solo grita.
Esto no es el simple placer del mordisco, no…
¿Es esta su verdadera naturaleza liberada de las cadenas de la racionalidad? No…
Él no puede creerlo.
¿Es quizás una risa lo que escucha?
¿Risa o desesperación?
Se pasa una mano por la entrepierna de sus pantalones.
No siente nada y no está emocionado, solo confundido.
¿Era un recuerdo?
¿Un recuerdo de un orgasmo?
Intenta apenas mover la mano, pero no siente nada.
Obviamente.
Aparta la mano y se la queda mirando: es repugnante… las uñas alargadas, sucias de sangre.
“Hiroshi, eres ridículo”. no sabe que más decir “Para disfrutar de un gesto tan vil… eres repugnante” su cerebro está buscando desesperadamente algo a lo que aferrarse, cualquier cosa que no sea concentrarse en lo que acaba de hacer “Eres repugnante, ¡levántate inmediatamente!” el niño se pone de pie, duda por un momento y luego se responde a sí mismo: “Este impulso repentino proviene solo de mi deseo de sangre, mezclado con mi predisposición a corresponder cualquier insulto”.
Sólo le responde el silencio, durante cinco minutos completos.
Pero de alguna manera, debe responder.
Mira al vampiro tirado en el suelo, lo mira a los ojos.
“Estás consciente. Me gusta eso. Me pregunto si los vampiros gritan durante una vivisección. ”
¿Es realmente su voz la que dice esas cosas?
“¿Por qué alimentarme de ti si puedo estudiar en su lugar, saber cómo eres por dentro… arrancarte la piel. Quisiera comer la Bestia, esa cosa inmunda y repugnante que llevamos dentro. Le gusta el olor de tu sangre, le gustaría masticar despacio, trozo a trozo”.
Hiroshi se acerca al granjero y le lleva un dedo a la boca para sentir a los caninos.
Tiene curiosidad, pero se congela de nuevo. Ese torrente de pensamientos no quiere callar, lo atormenta.
“No debes dejarte guiar por sentimientos viscerales. No son sentimientos. Además, si fueran reales, todavía los sentirías. ¿Por qué no los siento? Quiero llorar. ¿O quiero reírme en su lugar? No nada. ¿Realmente puedo estar tan interesado en un asesinato sin sentido? ¿Por qué lo ataqué? ¿Realmente me importa lo que dice? Es cierto, no soy nada comparado con ellos, pero ella me eligió a mí. Ella me eligió porque soy inteligente y puedo ayudarla en la investigación, por lo tanto no me alimentaré de ti, sino que te estudiaré. Detente, deja de ser víctima de tus frustraciones. ”
Sin embargo, esa pequeña rueda se rompe de nuevo, un pequeño clic en el cerebro de Hiroshi que casi parece abrir una gran presa: “Quiero follar. quiero follar No, quiero verlo sufrir como yo sufrí. ¡Quiero verlos a todos sufrir! ”
Y una vez más vuelven las sombras, junto con esa voz.
Esa voz es tan dulce, imposible de resistir…
“¿Por qué debería perder el tiempo analizándote cuando puedo alimentarme de ti? La Bestia, esa cosa inmunda que llevamos, y mi Bestia puede oler tu sangre: gime, quiere masticarte pedazo a pedazo, despacio…Despacio.”
De nuevo, ese deseo completamente extraño pero febril de arrancarle la carne de los huesos, esta vez empezando por la boca.
Esa voz ríe y esa risa casi le da escalofríos.
“Me tomó bastante tiempo descubrir qué diablos hacer. ¿Por qué estás perdiendo el tiempo entonces?”
Y Hiroshi hunde sus manos en la boca de la víctima, al borde del frenesí.
Sin embargo, él no se da cuenta, es como ver una película en primera persona. Se tira de la mandíbula, no queriendo hacerlo, pero deseando hacerlo.
Sus dientes inferiores pinchan sus dedos.
“No estoy loco” ni siquiera sabe a quién le está respondiendo, pero siente la necesidad de dejarlo en claro “Eres solo la voz de la Bestia, eres una vía neuronal de algún trozo de mi cerebro” él niega con la cabeza “¿Quieres que lo mate? Está bien, lo haré. Pero hacerlo no me dará ningún placer; ya no lo siento No soy un ser irracional”.
La voz se vuelve ensordecedora, retumbando en su cabeza. Está lleno de ira y burla.
“¡ESTÁS PERDIENDO EL TIEMPO! ¡ESTÁS PERDIENDO EL TIEMPO! ¡ESTÁS PERDIENDO EL TIEMPO! ¡ESTÁS PERDIENDO EL TIEMPO!”
La habitación es sofocante, llena de sombras. En esa negrura interminable, Hiroshi cree ver los ojos helados de Adine justo frente a él.
Hiroshi niega con la cabeza: debe ser una alucinación… solo una alucinación.
“ESTAS”
Una alucinación…
“PERDIENDO”
Sólo una alucinación.
“TU TIEMPO”
Esta frase sigue resonando en los oídos de Hiroshi.
En su cabeza.
Más y más fuerte.
Hasta que finalmente, se logra la primera Diablerie de Hiroshi.
¿De verdad? ¿Realmente lo hizo?
Las sombras se espesan alrededor de Hiroshi.
Realmente lo hizo…
¿Es un monstruo?
Un monstruo irracional…
Entonces, ¡él no es real!
Pero si no es real, ¿por qué duele tanto la realidad?
Le gustaría vomitar ahora mismo…
Los gritos parecen sacarlo momentáneamente de su bucle destructivo de pensamientos. Humanos… las sombras los están matando.
No… No son sombras cualquiera; son sus propias sombras.
¿Por qué no puede controlarlos?
Porque no existen.
Lo que está pasando no puede ser verdad.
Hiroshi trata de detenerlos con sus propias manos, intenta agarrar esos cuerpos hechos de pura oscuridad, que parecen volverse contra él mientras comienzan a golpearlo, apretándose alrededor de su cuello.
Los gritos se vuelven menos intensos; los humanos carecen de la resistencia de los vampiros.
Se necesita tan poco para matarlos.
Hiroshi casi parece llorar; su rostro está manchado de sangre.
“Superalo.”
¿Ella otra vez? ¡¡¡DE NUEVO!!!
Adine lo mira “Y despega del suelo, ¿qué cojones eres tú? ¿Un perro?”. El muchacho solo puede obedecer, encontrándose frente al desastre que ha hecho… y aun frente a tal cosa no puede sentir el debido remordimiento.
Ve a su madre levantar al Granjero también, agradeciéndole y llamándolo por su nombre: Adam… se siente burlado, le duele el orgullo.
“¿Por qué me estás haciendo esto?” está disgustado, todavía agarrando su pluma, temblando, pero no dispuesto a ceder de nuevo.
La mujer sonríe “Tengo que hacerte crecer las pelotas, de alguna manera…”
Hiroshi la mira primero a ella, luego a su pluma.
Quiere apuñalarla, librar al mundo de ese cabrón loco y fanático que lo llevó al suicidio.
Apenas tiene tiempo de moverse cuando Adine se disuelve en las sombras y reaparece frente a él.
Ella lo abofetea. Una de las pocas veces que lo abofeteó con las manos desnudas y no con un tentáculo.
“Es un mal necesario, para que podáis ascender a la grandeza que os he diseñado, una grandeza de la que luego podréis derivar vuestros propios proyectos un día… Yo os seleccioné: en medio de tantos desechos humanos que podría haber elegido, definitivamente eras el más difícil de trabajar. Por eso hago lo que hago, te estoy dando grandeza. ¿Sabes, verdad? K y r, selecciones naturales, etcétera, etcétera… un lenguaje que se entiende mejor, en teoría. “
Hiroshi la mira.
Ese maldito jaque mate.
Escena 5
hace 4 días
Hiroshi está sentado frente al espejo, uno improvisado, ni siquiera tan limpio; junto a él en un estante hay varios bisturíes y algunas jeringas.
Un estéreo está reproduciendo Last Night Good Bye de Vocaloid. Su corazón está cansado, entre el exceso de peso y una dieta completamente equivocada su enfermedad cardíaca ha empeorado y ahora solo la cirugía para cerrar la pared del corazón puede salvarle la vida.
Planeó todo: anestesia local, bisturí, posible adrenalina y su música favorita, la voz de Hatsune Miku.
Estaba todo bien planeado…
Todo estaba perfecto…
Pero nada es perfecto y, cuando Hiroshi siente que la sensibilidad táctil disminuye lentamente, la sangre de su corazón que late desesperadamente comienza a no llegar a su cerebro.
El pánico crece, pero no puede moverse.
Las sombras en la habitación parecen particularmente negras, la voz de Miku es distante.
Él está asustado.
¿Se está muriendo?
Dos manos frías descansan sobre su pecho, algo gotea en sus labios y fluye lentamente hacia su garganta.
Hace frío, sus entrañas empiezan a enfriarse.
Dos ojos color hielo lo miran.
Pero… esa mujer… no se refleja en el espejo…
Hiroshi cierra los ojos.
[…]
[El día antes]
“Nuestra Bestia es nuestra Verdadera Naturaleza.”
Adine se pone repentinamente seria, mirándolo directamente a los ojos mientras toma su rostro entre sus manos.
“… ¿Recuerdas esa noche?” Las pupilas de Hiroshi se dilatan, por supuesto que lo recuerda.
“Quiero estar seguro de que estabas tratando de salvar tu vida esa noche, no de suicidarte”
Ella deja su rostro, pero continúa mirándolo.
“Por eso te elegí a ti”
Hiroshi permanece congelado.
El cigarrillo cae al suelo, pero él no parece darse cuenta.